Cada vez que se habla de diabetes la mayoría de personas la asocia con el consumo excesivo de azúcar. Se piensa que quitándole una cucharadita al café de la mañana la cosa mejora, que así prevenimos la enfermedad que hoy ataca a más de 210 millones de personas en el mundo.
Si bien el abuso de azúcar es una de las principales causas, la prevención no pasa por alejarnos de la azucarera. Sin pensarlo, en nuestra dieta diaria consumimos más de 25 cucharaditas repartidas entre gaseosas, snacks, galletas, chocolates, postres, jugos, refrescos y hasta frutas. En esta suma no se cuentan ni el desayuno, el almuerzo o la cena.
Pero vayamos por partes. “La diabetes tipo 2 (la más común) se presenta cuando el organismo trata de utilizar el azúcar de la sangre para obtener energía, pero no puede hacerlo debido a que el páncreas no produce la cantidad suficiente de insulina o porque la calidad de esta es mala. Esto hace que la glucosa se acumule en la sangre, llevando a menudo a varias complicaciones como enfermedades de los riñones, pérdida de la visión y problemas vasculares y cardiacos”, comenta el nutricionista Armando Burga.
En 2010, el Ministerio de Salud señaló que el 70% de personas que tiene diabetes no lleva un control adecuado de su enfermedad, por lo que se estimó que los cerca de 700 mil peruanos que tenían este mal desarrollarían a largo plazo, entre otras complicaciones en su salud, problemas cardíacos e incluso la amputación de los miembros inferiores.
ALIMENTACIÓN
La Asociación Americana de Diabetes recomienda en su página web seguir la pirámide alimenticia del diabético que divide la comida en seis grupos. El primero es el más grande y está compuesto por panes y granos, el segundo está formado por vegetales, el tercero por frutas, el cuarto por proteínas y grasas, el quinto por leche y el sexto por aceites y dulces. Este grupo está restringido y por eso ocupa el último lugar en la lista.
Enrique Jacoby, ex viceministro de salud y uno de los principales propulsores de una iniciativa que restringe la comida chatarra, señaló que una persona debe considerar todos los alimentos para cubrir sus necesidades de energía, proteínas, vitaminas y minerales. Pese a eso, recalcó que “se debe controlar la cantidad, calidad, distribución y dosificación de los carbohidratos y las grasas”.
Por su parte, Fabiola Jiménez, de la Red Peruana a de Alimentación y Nutrición, recomendó evitar los alimentos que tienen mucha azúcar: gaseosas, jugos de caja, yogur, frutas enlatadas, leche chocolatada, postres, etc. Muchos de estos se ven con demasiada frecuencia en las loncheras.
Sobre este tema Jiménez señala que actualmente los niños se encuentran más expuestos a sufrir de sobrepeso y por ende también a verse afectados por la diabetes. “En las loncheras los padres ubican muchos productos como jugos, galletas o chocolates que no alimentan y traen consecuencias negativas. Prefieren estos a una manzana o unos sánguches más saludables”.
QUÉ ALIMENTOS EVITAR
Los carbohidratos simples como la miel, mermeladas, jaleas y golosinas son los que con mayor rapidez suben la glucosa en la sangre, por ello se debe evitar su consumo. Los carbohidratos complejos como las frutas y verduras hay que saber balancearlos.
“Se deben suprimir los alimentos con harina industrializada; evitar las pizzas, fideos, queques y tortas para que no se altere el nivel de glucosa en el organismo. Los almidones son mucho más peligrosos que otros azúcares y se hallan presentes principalmente en legumbres y alimentos como las pastas y pan.”, comenta Arnaldo Burga.
La mayoría de los nutricionistas aconsejan a los diabéticos que prioricen el consumo de pescadofrente al de carne. Entre los pescados que recomiendan incluir, los primeros serán los que menor contenido graso tengan.
La carne deberá cocinarse a la plancha o a la parrilla. El protagonismo cárnico dentro de la cocina del diabético lo tiene el pollo, siendo la pechuga la parte más indicada para el menú del paciente.
LA GRASA TAMBIÉN
Vicky Motta, nutricionista de la Asociación de Diabetes del Perú, señaló que se debe limitar las grasas de origen animal o las saturadas. Asimismo, reducir al mínimo el consumo de alimentos fritos. “Se puede variar la forma de cocinar las comidas, optando por los guisados, horneados, sancochados, asado, a la plancha o parrilla”, indica Motta.
ALCOHOL
Las bebidas alcohólicas con una elevada cantidad de azúcar como la cerveza, vinos dulces, licores y sidra deben evitarse. Las de bajo contenido en azúcar, como el whisky pueden tomarse con moderación y siempre en las comidas, ya que el alcohol puede reducir los niveles de glucosa en sangre y producir una hipoglucemia, lo cual es peligroso.
FRUTAS
Las frutas como las uvas, el kiwi, plátano y ciruela deben evitarse. “No hay que abusar mucho de las frutas ácidas, recordemos que con moderación podemos consumir cualquier cosa prácticamente”, indica Burga.
Hay que tratar de que las frutas que vayamos a consumir contengan gran cantidad de agua. Las recomendadas: manzanas, peras, sandías.
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